Las lesiones musculares  se pueden producir tanto en el deporte recreacional, entrenamiento o en la competición, destacando entre ellas la rotura fibrilar. Los grupos musculares más afectados son los propios de la actividad deportiva practicada, en el caso del fútbol son:

  • Músculo cuádriceps (parte anterior del muslo).
  • Músculos isquio-tibiales (parte posterior del muslo).
  • Músculos gemelos y soleo (parte posterior de la pierna).
  • En el caso del Tennis son:
  • Músculo supraespinoso  (Hombro).
  • Músculos extensores de la muñeca  (en su inserción en el codo).
  • Músculo gemelo interno (parte posterior de la pierna).

¿Qué puede causar una lesión muscular?

  • Propias del paciente: malformaciones adquiridas o congénitas del aparato locomotor como puede ser el pie plano valgo, pie cavo, tobillos o rodillas en varo / valgo, disimetría de miembros inferiores.
  • Estados patológicos del músculo: Debido a enfermedades infecciosas, endocrinas, metabólicas o degenerativas, aunque lo más frecuente son trastornos hidroelectrolíticos como la deshidratación de agua y sales minerales.
  • Las lesiones traumáticas  causadas por el entorno del deportista, destacan las lesiones producidas por el entrenamiento, por la competición, por el calzado o por el terreno de juego. En los entrenamientos se pueden sufrir lesiones como consecuencia de su exceso, pudiéndose producir desde tendinitis por sobrecarga hasta fracturas por fatiga.
  • Otra forma de lesionarse en el entrenamiento es hacer los esfuerzos físicos sin haber realizado antes un calentamiento adecuado y correcto.
  • Durante la competición se producen lesiones por la realización de esfuerzos bruscos o graduales que van más allá de los límites del propio organismo.
  • El calzado o el terreno de juego en malas condiciones puede alterar la estática del pie, produciendo apoyos anormales que degeneran en diversas lesiones musculares.
  • También la aplicación de una fuerza externa sobre el músculo del deportista (golpes fortuitos, entradas de otros jugadores…) pueden causar lesiones..

¿Qué tipos de lesiones musculares existen?

  • Contusión muscular: Producida por una fuerza exterior sobre el músculo. No afecta a las fibras musculares y sí al tejido conjuntivo que rodea al músculo. La sintomatología consiste en una zona inflamatoria con o sin hematoma, y con dolor tanto en reposo y como a la movilización.
  • Calambre muscular: Corresponde aproximadamente al 15% de la patología deportiva. Constituye el primer paso de una distensión o contractura muscular. Producido por un estado de fatiga del músculo por alteraciones metabólicas o de sales minerales (sodio, potasio, calcio), o porque el músculo experimenta una contracción súbita cuando no está preparado para ello (falta de calentamiento). La sintomatología se caracteriza por un dolor agudo que cede al estirar pasivamente el músculo. Es frecuente que quede un pequeño dolor residual posterior.
  • Distensión muscular: Estiramiento muscular por encima de sus límites. Si la distensión se produce un número de veces en poco tiempo, se produce una contractura. No se produce lesión anatómica. La exploración es normal. No produce sintomatología excepto el dolor implicado al hacer trabajar el músculo. No hay dolor en reposo.
  • Rotura de fibras (tirón muscular): Se produce cuando el estiramiento del músculo es muy intenso, dando lugar a una contracción muscular brusca contra resistencia y produciéndose la rotura de fibrillas musculares. La sintomatología consiste en un dolor intenso localizado, es decir localizado en un punto concreto, en ocasiones con un pequeño nódulo correspondiendo al hematoma producido. Produce impotencia muscular y el dolor se produce tanto en reposo como a la movilización.
  • Desgarro muscular: Producido por la rotura de varias fibras musculares o por la rotura parcial del músculo, siendo el mecanismo de lesión muy similar al de la rotura de fibras. La sintomatología consiste en un dolor muy intenso con impotencia funcional inmediata de todo el miembro afectado. El deportista nota como un golpe o pelotazo en la zona afectada. La exploración es muy dolorosa con tumefacción blanda e inflamación del miembro afectado, y un gran hematoma. Se visualiza una depresión o se la siente al palpar en la zona afecta.

¿Cómo se diagnostica una lesión muscular?

El diagnóstico de este tipo de lesiones el Dr. Torres lo realiza a través de un meticuloso examen físico y ecografía musculo esquelética. En caso necesario se solicitarán determinadas pruebas diagnósticas que podrían llegar a incluir  la Resonancia Nuclear Magnética.

¿Cuál es el tratamiento para una lesión muscular?

En primer lugar el deportista debe entender que requiere reposo, ya que la ansiedad por empezar a competir lo más rápido posible, añadida a la desconfianza que le produce todo tratamiento que indique reposo, hace que se deje seducir por tratamientos inadecuados, obviando los periodos de reposo necesarios. En ocasiones esto conlleva recaídas y cronificación de lesiones que en principio carecían de importancia.

Los pasos a seguir en el tratamiento serían:

  • Inmediatamente después de la lesión aplicar frío local durante 48-78 horas. Pasado ese tiempo se puede empezar a aplicar calor local.
  • Tratamiento médico: antiinflamatorios, analgésicos, factores de crecimiento derivado de plaquetas en algunos casos seleccionados.
  • Terapia física: ultrasonido, infrarrojos, láser, estimulación eléctrica, masajes terapéuticos, elongaciones, masaje.
  • Cirugía en casos muy graves de rotura muscular completa o en heridas musculares con inclusión de cuerpos extraños.

En ningún caso se debe realizar, sin supervisión médica, un masaje profundo en la zona de rotura muscular, ya que puede producirse una osificación (calificación) en la zona afecta, complicando la recuperación de la lesión. Por último, se debe valorar la causa de la lesión y corregirla si esta es producida por un estado patológico del músculo o por una alteración de la estática del individuo.

¿Cómo es la rehabilitación de una lesión muscular?

Básicamente consiste en fortalecer las estructuras de la zona lesionada para obtener el tono y fuerza que tenía previamente a la lesión. Durante el periodo de recuperación se puede aplicar un vendaje funcional (tape) en la zona afecta que facilite la realización de ejercicios isométricos (ejercicios sin desplazamiento donde se trabaja el tono muscular) de forma indolora. Esto ayudará a no perder mucho tono muscular y a acelerar la recuperación. Finalmente es recomendable valorar la mejora de la técnica deportiva para evitar futuras lesiones.