Las fracturas de la clavícula son unas de las más frecuentes en el mundo del deporte. Las caídas sobre el hombro son la causa principal, siendo muy habituales sobre todo en deportes de contacto, ciclismo y otros.

La zona por donde se fractura la clavícula con más frecuencia es su parte media. Normalmente el fragmento medial o interno se asciende y se hace prominente bajo la piel. El fragmento lateral suele descender y la clavícula se acorta. En ocasiones hay un tercer fragmento  o incluso más fragmentos, especialmente en fracturas con mecanismo de alta energía como accidentes de tránsito.

El diagnóstico es fácil inspeccionando al paciente. Las radiografías simples son fundamentales para conocer bien qué tipo de fractura es y plantear el tratamiento definitivo. No son necesarias habitualmente otras pruebas complementarias.

El tratamiento conservador con inmovilización y manejo del dolor resulta indicado en la mayoría de los casos. Tiene el inconveniente de no reducir anatómicamente la fractura y ser incómodo de llevar.

Es por ello, y por la necesidad de una vuelta precoz al deporte, que algunos pacientes con alta demanda deportiva requieren la intervención quirúrgica.

Existen también otras condiciones que hacen necesaria la resolución quirúrgica de este tipo de fracturas  las cuales serán valoradas por el Dr. Torres a la hora de hacerle una recomendación acerca del tratamiento.

La técnica quirúrgica más empleada en la actualidad es la reducción abierta de la fractura y la fijación interna de la misma con una placa atornillada. Hoy en día existen placas especialmente diseñadas para esta localización.

Tras la intervención se utiliza un cabestrillo durante dos semanas y se permiten inmediatamente movimientos del codo y la muñeca, restringiendo la movilidad completa del  hombro.  Tras el retiro  de puntos en 12 a 14  días aproximadamente  se comienza la rehabilitación.

Tanto en las fracturas operadas como en las no operadas existe el riesgo de que el hueso no se una a la velocidad esperada  y entonces hablamos de retardo de consolidación.

En estos casos aplicamos terapia con ondas de choque y factores de crecimiento derivados de las plaquetas para acelerar este proceso. Las ondas de choque se refiere a una onda sonora producida por un equipo  localmente sobre la clavicula lo cual estimula a las células a que hagan su trabajo y los factores de crecimiento derivados de las plaquetas se refiere a un proceso mediante el cual las propias plaquetas del paciente son estimuladas para ejercer su función de cicatrización luego de un proceso de laboratorio.

Si finalmente la clavícula no logra cicatrizar, hablamos entonces de  pseudoartrosis de clavícula. En estos casos debemos operar siempre que la no unión sea dolorosa, y además de la osteosíntesis adecuada con placa y tornillos, deberemos añadir injerto de hueso u otras ayudas a la curación de la zona (factores de crecimiento, células madre).

Sobre la clavícula, escasamente tenemos algo de tejido básicamente constituido por un poco de grasa y la piel, de modo que solemos necesitar  retirar la placa y los tornillos al término de al menos un año luego de la cirugía